El día 11 de junio celebramos
en la Casa Provincial una Eucaristía de acción de gracias por la vida de María
Rosa junto con el grupo de oración de mujeres y con amigos de nuestra familia
Consolación en la que se nos invitó a dejarnos sorprender por ella, y a vivir
como personas que, al igual que ella, no esperan el día de mañana para hacer el
bien.
Después de la Eucaristía pasamos una tarde divertida, tomamos un
aperitivo, recordamos momentos vividos y compartimos deseos de seguir siendo consuelo para todos los que nos rodean.
Concédenos Señor esa especial sensibilidad y delicadeza de
corazón que tuvo María Rosa Molas, para percibir las más escondidas
necesidades de los demás. Danos entrañas de misericordia ante cualquier tipo de
miseria humana.
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