El día 14 de Noviembre
vivimos en Huelva el día del Carisma y la Clausura del Año Vocacional.
Celebración que, desde el inicio del día, fue un auténtico regalo.
Tuvimos una eucaristía de acción
de gracias en casa, presidida por el párroco de nuestra barriada don Víctor
Bermúdez, sacerdote amigo de la Congregación desde que en Rosal de la Frontera
compartiera misión con las Hermanas. En la eucaristía participaron personas
vinculadas a nuestra obra en Huelva: del espacio silenciorante que tiene lugar
los martes por la tarde en nuestra casa, de la ONGD DELWENDE, de las parroquias
donde hemos ido colaborando en estos años y, familias de nuestras Hermanas de
Huelva.
Durante toda la
celebración, don Víctor no dejo de transmitirnos el gran regalo que es consolar
y, el importante legado que llevamos entre las manos y que es de todos; puesto
que es imposible desligar una experiencia de Dios, acercarse al evangelio y, no
recibir la llamada a ser consuelo en este mundo, tan
lleno de desánimo a veces, puesto que Dios nos consuela siempre con su Palabra.
Sería hasta incoherente si no respondiéramos a este grito: "El Señor dijo: He visto
la opresión de mi pueblo, he oído el clamor que le arranca su opresión y
conozco sus angustias. Voy a bajar a liberarlo, sacarlo de aquella tierra y
llevarlo a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, …"
(Ex 3,7-8). Y hoy, una llamada por dentro nos dice: “haz tú lo mismo”. Es
esta la vocación común a la que Dios nos llama hoy, A TI TE DIGO: CONSUELA. Y
desde este deseo presentamos el logo del Proyecto ACOMPAÑAR como lo que hoy
hace significativa nuestra presencia en Huelva y, con él presentamos a cada una
de las mujeres, niños y niñas que viven en esta casa, como frutos de la
consolación de Dios en las nuevas presencias a las que nos llama: Fatiha,
Assia, Anna, Serafín, Fatima Ghannam, Khadija, Hajar, Daria, Esther, Valentina,
Fatima Chakir.
A continuación compartimos
un rato de fiesta con cantos, bailes y unos ricos dulces, creando poco a poco
un clima de auténtica familia. Y desde ese momento tan especial, tan de Dios,
fue surgiendo al hilo del compartir, la iniciativa de enrolarnos en la aventura
de iniciar una experiencia de voluntariado en casa en el Proyecto ACOMPAÑAR.
Espontáneamente todos fueron aportando ideas desde lo que cada uno se sentía
capaz de hacer y de qué momentos en la semana disponía. En verdad fue vivir en
directo la experiencia del joven que puso al servicio lo que tenía, sus cinco
panes y dos peces, y desde ahí ocurrió el milagro. Pues esta fue nuestra
experiencia la tarde del 14 de Noviembre en Huelva, tan sólo tres días después
de haber celebrado el tercer año de andadura del Proyecto de Acogida.
Por ello, seguimos
diciendo ¡GRACIAS!. Gracias porque lo que Dios tiene pensado va más allá de lo
que podemos pedir, imaginar, incluso soñar. CONSOLAR, gran regalo de Dios a la
humanidad, gran regalo en este rinconcito de mundo que desea generar espacios de
inclusión y vida compartida para el bien de todas las personas que viven y dan
su tiempo en esta casa.
Trini, Abelina, Cinta, Manoli, Mª del Mar, Nieves, Manoli, Sara.
Beatriz, María, Silvia.
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