miércoles, 18 de junio de 2014

Bendición de la Residencia Santa Mª Rosa Molas en Almazora

15 DE JUNIO: RESIDENCIA DE ALMAZORA

El domingo, día 15 de junio, se  bendijeron las instalaciones de la residencia de mayores Santa María Rosa Molas de Almazora (Castellón). La residencia cuenta con 75 plazas para mayores, 20 habitaciones individuales y 19 dobles y 17 plazas en régimen de día… Una instalación que moderniza y amplia la residencia para hermanas mayores ya existente.
El acto comenzó a las 18´00 h. cuando el obispo de la diócesis, don Casimiro López, pronunció las palabras del ritual en la puerta de entrada de la residencia. Acto seguido, comenzó la celebración de la Eucaristía que él presidió, acompañado por varios sacerdotes.
Asistieron numerosos vecinos de Almazora, hermanas de la Consolación y miembros de la Familia Consolación residentes en los pueblos de alrededor, junto con la Madre provincial de España Sur, Madre Soledad Obregón,  concejales del Ayuntamiento de Almazora, arquitecto, constructor, técnicos y personal relacionados con la ejecución de la obra.
La Superiora de la casa, Madre Elvira Omaña, dio la bienvenida a la celebración y, brevemente, señaló, según la carta de identidad de las obras benéfico sociales de las Hnas de la Consolación, la motivación y objetivos de la obra que se inauguraba.
Las palabras de don Casimiro en la homilía, que enmarcó dentro de la celebración de la solemnidad de la Santísima Trinidad, recordaron cuál es el carisma que sustenta esta obra social a favor de las personas mayores y enfermas,  “periferias” que hay que atender… Entre otras ideas, dijo: “la finalidad de la casa es la de cuidar y acompañar a las personas mayores, vulnerables en su salud y en ocasiones necesitadas de afecto, para que puedan vivir esta etapa concreta de su vida con plenitud y sentido”.
Los cantos de la Misa, cantos de la Consolación,  los interpretó un coro compuesto por personas muy allegadas al Hospital Provincial de Castellón.
En la acción de gracias, la Madre Provincial, aludió al salmo “Si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles” y, además de dar inmensas gracias a Dios por la nueva obra de la Consolación, agradeció la participación, sin dejar a nadie, a todas las personas que, de una manera u otra, habían puesto sus talentos y habían contribuido a la materialización de la obra que se pondrá en marcha una vez se reciba el permiso de apertura de la Consellería correspondiente.
El acto se clausuró en el patio de las nuevas dependencias con un tentempié, precedido de unos bailes tradicionales de la tierra,  a cargo de la Associació Cultural El Torrelló.



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